Lugares mágicos
Un buen amigo define la cámara fotográfica como un bloc de
notas visual. Me gusta esa idea. Me gusta coger mi cámara y salir a la calle a
tomar notas. Me gusta pensar que no existen situaciones
excepcionales que anotar, que es el fotógrafo quien las crea con su cámara y su
mirada. E igual que pienso que no existen esos momentos privilegiados, también creo
que no hay mejores temas, ni lugares extraordinarios. Simplemente, la vida
discurre sin detenerse, sin esperarnos, mientras nosotros vamos tomando notas
con nuestra cámara. Nuestra mirada puede convertir cualquier situación en
excepcional, cualquier temática en interesante y cualquier lugar en especial,
basta con que nuestros ojos tengan la intención de encontrar. Y si nos gusta
esa calle, una calle cualquiera por la que la gente vuelve a su casa del
trabajo, porque vemos en ella una luz especial, entonces para nosotros se
convierte en un lugar mágico.
La capacidad de la fotografía de convertir y escenas lugares corrientes en espacios mágicos, únicos donde un fragmento de la vida queda atrapada siempre bajo el punto de vista de aquel que toma la instantánea. Es algo tan especial y tan corriente a la vez. Me gusta pensar que lo que diferencia la inmensa cantidad de imágenes que corren por las redes de la FOTOGRAFÍA, es la intención del fotógrafo. Qué bien seleccionada la toma para este argumento, tiene fuerza, tiene buena composición.
ResponderEliminarA veces me he preguntado por qué me gusta hacer fotos tan contrastadas. ¿Por Caravaggio tal vez? Creo que es, porque el mundo está lleno de luces y sombras. Lamentablemente, cada vez con más sombras y menos luces.
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