Un rincón en otoño


 Me gusta tener un rincón al que escapar de vez en cuando. Pongamos una pequeña aldea en el Pirineo, que apenas llega a la docena de habitantes. Un lugar para desconectar, suele decirse, aunque yo prefiero afirmar que es un sitio para conectar. Conectar con ese tiempo que te pertenece y que el día a día te arrebata. Conectar con las cosas que te gustan y a las que no dedicas la atención que merecen. Conectar con la naturaleza, con el aire limpio o con esas noches de oscuridad profunda. El otoño, es una estupenda estación para disfrutar de ese rincón para conectar.

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